El CRI es una unidad que mide la capacidad
de una fuente de luz para reproducir los colores de los objetos de manera fiel
en comparación a una fuente ideal de luz, o fuente natural como la luz del sol.
El CRI es determinado en valores desde
el 0 hasta el 100, siendo 100 el valor “perfecto”. Sin embargo, la forma en
que se llega a este resultado es discutida pues no tiene siempre a la luz
del sol como referente y tiende a otorgar valores de 100 a fuentes de luz incandescentes con temperaturas
de color bajo que están a un extremo del espectro luminoso (el rojo) y que no
representan de ninguna manera una luz perfecta cuando se trata de reproducir
colores al otro lado del espectro (el azul).
El CRI no determina la temperatura de
color de una fuente de luz ni viceversa. Pero
para hacer una comparación objetiva del CRI de dos fuentes de luz, es
preferible que ambas fuentes posean la misma temperatura de color. Por ejemplo,
una lámpara incandescente de 3000K tiene en el papel un CRI mayor (cercano a
100 ó 100) al de un tubo fluorescente también de 3000K (generalmente en el
rango de 60 y 70). La luz natural del sol está entre los 5000K a 6000K y tiene,
obviamente, un CRI de 100 y sería ideal que sea tomada siempre como punto de
referencia para determinar el CRI de una fuente de luz, lo cual lamentablemente
no ocurre